jueves, 29 de septiembre de 2011

La playa

¿Qué harías si te enteras de que tienes una enfermedad que no tiene cura y que te quedan menos de seis meses de vida?

Yo siempre he apoyado a la gente y le he dicho que hay que tener fe y toda la cosa. La mayoría de las veces no tomamos en cuenta los consejos que damos. Yo, por lo menos, soy una de esas personas que no lo hace.

Para ser completamente sincera me gustaría luchar contra la enfermedad, pero luego me pongo a pensar ¿Para qué? ¿Para pasar mis últimos meses encerrada en una Clínica o sintiéndome mal por los tratamientos? Pienso de nuevo y digo "¡No! Eso no es vida." 

Mi personalidad es algo rara y me gusta disfrutar de todo al máximo, pero con una enfermedad así ¿disfrutaría teniendo en mi cabeza la certeza de que tengo una fecha tope? No lo creo.

Siempre pensé que me gustaría hacer todo lo que no hice por alguna razón. Vamos a estar claros. El que me conoce sabe que me encerraré en una burbuja esperando que llegue mi hora. El que me conoce sabe que cuando la gente me pregunte “¿Cómo estás?” yo responderé “Bien”. El que me conoce sabe que dibujaré una sonrisa falsa en mi cara para no preocupar a los demás. El que me conoce... nadie me conoce tanto.

Por "x" o "y" tengo días con esa idea en la cabeza y descubrí que ninguna de las cosas que he escrito hasta ahora es vida. Por eso, decidí que intentaré pasar una noche como ninguna. Que invitaré a la gente que me importa, escucharé buena música, tomaré lo que quiera sin medir consecuencias... pero, al día siguiente pondré fin a mi vida. Todavía no sé cómo, pero lo haré.

Prefiero morir bajo mis términos. Prefiero morir luego de haber sido completamente feliz por unas horas. Prefiero morir y que la gente me recuerde como soy: alegre, jodedora... feliz. No quiero que me recuerden tirada en una cama o con mala cara por los dolores.

Y cuando, por fin, mi espíritu deje mi cuerpo quiero que me incineren y que todos mis seres queridos se vayan a una playa, vestidos de blanco porque no quiero a nadie de luto. El luto se lleva en el corazón, no en la vestimenta. Quiero que bailen, escuchen música, beban y disfruten... cosa que hubiese hecho yo en vida. Quiero que al dispersen mis cenizas en el mar. ¿Por qué el mar? porque la playa es el lugar que me da más paz en este mundo. Es el lugar donde soy realmente feliz. 

Si es verdad que existe un espíritu y todo eso que nos dicen, me gustaría pasar la eternidad en el lugar que más amé en vida. La playa.