martes, 11 de septiembre de 2012

Enseñanza


A esas personas que han hablado mal de mí con otros, que me han tratado o no, quiero darles las gracias. ¿Por qué agradecer? Porque mi forma de ser siempre me ha llevado a hablar las cosas de frente y gracias a eso hoy tengo en mi vida a gente que vale la pena.

Me causa gracia pensar que la vida da unas vueltas increíbles y que por eso, y los malos entendidos, hoy estoy rodeada de gente que puede hacerme crecer.

La única razón, arriesgándome a que suene egoísta, de llevar a alguien de la 2.0 a la 1.0 es que pueda enseñarte algo. De resto, esas “amistades” no valen la pena. A veces no nos enseñan cosas positivas. Muchas veces, nos enseñan a que no hay que confiar en la gente. Sin embargo, sea positivo o negativo, es una enseñanza.

¡Gracias!