Hoy mientras disfrutaba del
contacto de la grama en mis manos y espalda al mirar al cielo comencé a darle
vueltas a la cabeza, cosa que no es rara, y llegué a una conclusión. La gente
está equivocada al pensar que la distancia es una maldición. Bueno… lo es, pero
no todo el tiempo.
La distancia a veces es una
bendición. Tal vez dirán al leer esto que estoy loca, pero es cierto.
Aún cuando la separación entre
dos personas, ya sean amantes o amigos, es algo fuerte que a veces nos toca
enfrentar, deberíamos dar gracias por ello. ¿Por qué? Porque cuando uno conoce
a alguien, por cualquier motivo, esa lejanía hace que la persona sea ella
misma; ya que al estar lejos, le valdrá medio si te quedas o te alejas al
mostrarse como es. ¿Por qué? Simple. No te conoce.
Esa distancia que tantas veces
maldecimos nos puede llegar a mostrar la verdadera cara de una persona. Ese ser
que está tan lejos te puede llegar a abrir su alma. Te puede llevar a confiar
en la gente. Te puede hacer pensar que aún hay personas por allí que vale la
pena conocer y mantener dentro de tu vida.
No sé si les ha pasado, pero yo he
encontrado muchísimas veces a ese amigo incondicional muy lejos del punto
cardinal en donde me encuentro; otras veces, no tan lejos. He encontrado gente
que está conmigo en las buenas y en las malas, gente que me conoce y que me
aprecia por lo que soy y no por lo que tengo o puedo llegar a tener.
Por allí, en algún lugar del
mundo, se encuentran muchos amigos y, tal vez, algunos amores que mantengo
siempre cerca de mi corazón. Algunos se han ido. Algunos hoy día siguen
presentes. Sin embargo, estén allí ahora o no, le agradezco a esa distancia que
me mostró su verdadera esencia.
No todas las personas que entran
en nuestras vidas están destinadas a quedarse. Algunas de ellas solo se cruzan
en nuestro camino para dejarnos una enseñanza. A todos ellos, tal vez alguno de
ustedes, les agradezco lo que soy hoy.
La distancia es un golpe duro,
pero así aprendemos los humanos.
Tremendo palo, este post y muy apropiado para mi momento. No lo había visto desde este punto de vista, pero tienes toda la razón, en la distancia comprobamos un sin fin de cosas, como dices "la esencia" de las personas y leerte, en cierta forma me dio tranquilidad. Un abrazo y una vez más, gracias por compartirlo, mi sor Incendio :*.
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