Sentir que encontraste tu lugar
en el mundo. ¡Sí!, antes de tiempo; pero al fin lo encontraste.
Llegar al lugar que siempre
imaginaste para tu retiro. Cumplir un sueño, sentirte en paz, mirar a tu
alrededor y decir: ¡Aquí estoy! ¡Por fin!
No importa si nadie te ve, eso es
lo de menos. De hecho, mientras menos te miren, mejor… La humanidad no se
caracteriza por festejar cuando otro está feliz. En silencio esa tranquilidad
que sienten otros les nubla el alma, les despierta la envidia. ¡No me vean!
Que otros ojos te entiendan y
compartan lo que sientes con el Universo, con lo que eres y con lo que quieres
llegar a ser es lo mejor. Un sentimiento dulce como la miel.
¡No me miren porque la sonrisa es
algo que no se puede ocultar! ¡No me miren porque a veces estoy de viaje! ¡No
me miren porque estoy en cuerpo, pero mi alma está recorriendo todos los
rincones de este lugar bajo la luz de la luna y el sabor del vino mojando mis
labios! ¡No me miren y déjenme disfrutar la vida!
La Perla del Caribe no es para
todos. Solo los que se detienen a observar, llenar sus pulmones de aire y
terminan sonriendo son quienes de verdad descubren su encanto. Los que llegan a
sentir su esencia pueden disfrutarla como se debe… la Perla del Caribe no es
para todos.
Muchos pies caminan sobre la
arena, pero muy pocos dejan huellas. Navegados nos llaman y uno sonríe al mirar
la infinidad, recordando lo que se dejó atrás. A veces extrañas cosas,
personas, lugares, pero luego respiras profundo, bajas la mirada y ves tus
huellas… en ese preciso instante entiendes que no hace falta nada más.
Tal vez encuentres ese lugar con
el que soñaste siempre y te des cuenta de que llegaste en el momento justo. Te
sana la mente, el alma y consigues estar en paz contigo mismo. ¡No llegué
antes, llegué cuando tenía que hacerlo!
La vida da muchas vueltas para
mostraste tu propósito en la vida. A veces no lo entiendes por completo, pero
sabes que estás más cerca que antes de descubrirlo. El simple hecho de poder
desconectarte del mundo en cualquier momento, de lograr que tu cuerpo y mente
se conecten te grita: ¡estás cerca!
Cuando estás consciente de ti como
parte del mundo puedes llegar a descubrir otras cosas que siempre estuvieron
allí, ocultas a plena vista. ¿Por qué no lo notaste antes? Quizás tenías una
venda en los ojos por preocuparte por cosas que, al final, no interesan.
Estoy cerca de descubrirlo.
Encontré mi lugar en el mundo y la sonrisa me delata. ¡No me miren!
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